Argentina vuelve a enfrentar un escenario de endeudamiento que revive viejos fantasmas económicos. Este lunes, el país deberá desembolsar 822 millones de dólares al Fondo Monetario Internacional (FMI) en concepto de intereses por el crédito de 45.000 millones de dólares suscrito en 2018 durante el mandato de Mauricio Macri, un acuerdo que sigue generando controversia por su impacto en la economía nacional.

   El pago saldrá de las reservas internacionales, que al 31 de octubre se ubicaban en 40.495 millones de dólares. Sin embargo, cerca de la mitad de ese monto —unos 20.000 millones— proviene de un nuevo préstamo del propio FMI, otorgado en abril de 2025. Solo en noviembre, Argentina deberá enfrentar vencimientos por 1.038 millones de dólares en moneda extranjera, lo que mantiene en alerta a los analistas financieros.

   A esta situación se suma el respaldo del FMI al plan económico del presidente Javier Milei, que ha recibido además un rescate financiero de 20.000 millones de dólares anunciado por la administración de Donald Trump. Ese paquete podría ampliarse mediante financiamiento de bancos y fondos de inversión como JP Morgan y Orix Capital, incrementando aún más la dependencia del país frente a los mercados internacionales.

   Diversos economistas han advertido que este nuevo ciclo de deuda amenaza las reservas y compromete la autonomía financiera. El premio Nobel Paul Krugman, por ejemplo, opinó que la decisión de Washington tiene un tinte político más que económico, describiéndola como “lealtad trumpiana” y no como una medida sustentada en los intereses de Estados Unidos.

   Mientras tanto, Argentina atraviesa una caída del PBI per cápita y un aumento persistente de la pobreza. Aunque el gobierno asegura haber logrado superávit fiscal, la falta de inversión productiva y las crecientes obligaciones externas generan incertidumbre. Para muchos, la historia vuelve a repetirse: tras el endeudamiento que dejó Macri, el país se adentra nuevamente en un camino de préstamos condicionados y con alto costo político, que amenaza con poner en jaque la soberanía económica.

Fuente: Medios Internacionales

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