El volcán de Fuego en Guatemala ha regresado a la normalidad, según el reciente boletín emitido por el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (INSIVUMEH). La actividad del volcán, que estuvo en erupción desde el domingo 9 de marzo, ha disminuido, y el instituto ha confirmado la ausencia de ceniza en el ambiente, lo que permite un respiro a los habitantes de la zona.

La Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres de Guatemala (CONRED) continúa supervisando de cerca la situación, utilizando una red de observadores de campo, estaciones sísmicas, cámaras web y análisis satelitales para garantizar la seguridad de los ciudadanos. Cabe destacar que se evacuaron cerca de 300 familias y otras 30 mil podrían estar en riesgo a pesar de la calma del volcán.

Considerado uno de los volcanes más activos del mundo, el volcán de Fuego alcanza una altura de 3,763 metros y se localiza a 53 kilómetros de la capital guatemalteca. A lo largo de los años, ha demostrado su capacidad destructiva, como lo evidenció su gran erupción de junio de 2023. Los sismólogos advierten que el verdadero peligro no reside solo en la erupción, sino en los lahares: un devastador tsunami de ceniza, roca, lodo y escombros que tiene el potencial de arrasar comunidades enteras.

Los expertos permanecen en alerta, recordando que la naturaleza siempre puede sorprender. La vigilancia constante es clave para proteger a las personas y las comunidades que viven al pie de este imponente y peligroso gigante.

 

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Fuente: Venezuela News

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