Como es costumbre cada Miércoles de Ceniza, Naiguatá se sumergió en un ambiente de alegría y folclore para conmemorar el emblemático Entierro de la Sardina. Este año, la celebración reunió a más de mil personas en una procesión cargada de humor, irreverencia y simbolismo, elementos que han convertido esta festividad en una de las más distintivas del país.

Un orgullo cultural para los naiguatareños

Con 53 años de participación ininterrumpida, Ramón Alfredo Quintero Berroterán destacó el honor de formar parte de esta manifestación cultural. “Es una de las tradiciones más grandes de la parroquia Naiguatá. Es un orgullo para nosotros los venezolanos y agradezco a todos los que se suman cada año”, expresó con emoción.

Una procesión cargada de sátira y picardía

A diferencia de otras ceremonias religiosas, el Entierro de la Sardina en Naiguatá se distingue por su enfoque festivo y satírico. Durante seis horas, la procesión recorrió las zonas de Pueblo Arriba y Pueblo Abajo, donde personajes como el falso cura, el monaguillo, las viudas enlutadas y el diablo dieron vida a la jornada con actuaciones teatrales y disfraces ingeniosos.

La marcha comenzó en la tarde desde el Consejo de Pescadores Artesanales, donde la urna de la Sardina, adornada con frutas, hortalizas y tubérculos, fue escoltada por una multitud entusiasta. Entre llantos fingidos y expresiones de dolor exageradas, las «viudas» de la Sardina—hombres disfrazados con atuendos femeninos—dieron vida a una de las escenas más representativas del evento.

Los impulsores de una tradición viva

Esta manifestación cultural fue promovida por los pescadores de Naiguatá, en especial por las familias Cáceres y Corro, quienes originalmente llevaban a cabo el entierro en la casa Panare del sector Puerto Azul. En sus inicios, la Sardina era velada y posteriormente arrojada al mar como parte del cierre de la festividad.

Hoy en día, el Entierro de la Sardina sigue siendo una de las expresiones culturales más auténticas de Naiguatá, combinando devoción, sátira y celebración en una tradición que sigue pasando de generación en generación.

Fuente: Últimas Noticias

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