Las vacunas contra la covid-19 demostraron ser altamente efectivas, salvando millones de vidas. Sin embargo, en un número reducido de individuos, estas vacunas podrían haber ocasionado una serie de efectos secundarios que abarcan fatiga, intolerancia al ejercicio, niebla cerebral, tinnitus y mareos, agrupados bajo el nombre de “síndrome postvacunación”, de acuerdo con un reciente estudio limitado.
La investigación sugiere que algunas personas afectadas por este síndrome pueden experimentar cambios biológicos notables, incluyendo alteraciones en las células inmunitarias, la reactivación de un virus latente llamado Epstein-Barr, y la persistencia de una proteína del coronavirus en la sangre.
Este estudio, que fue publicado en línea, aún no ha sido revisado por pares en una revista académica. “Quiero subrayar que se trata de un trabajo en curso”, destacó Akiko Iwasaki, inmunóloga de la Universidad de Yale y líder de la investigación, según lo reportado por el NYT.
Primeras pistas sobre la situación actual
“No es que este estudio haya determinado qué es lo que está enfermando a la gente”, indicó. “Pero es el primer tipo de atisbo de lo que puede estar ocurriendo dentro de estas personas”.
Expertos independientes han mencionado que los resultados no son definitivos por sí solos, aunque provienen de un equipo de investigación reconocido por su rigor científico.
Acerca del síndrome postvacunación
Entre diciembre de 2022 y noviembre de 2023, Iwasaki y su equipo obtuvieron muestras de sangre de 42 individuos con síndrome postvacunación y 22 personas sanas que no lo padecían. Los hallazgos revelaron que, en general, los afectados presentaban una peor salud en comparación con el estadounidense promedio.
Al analizar los componentes del sistema inmunitario, se observó que las personas con síndrome postvacunación tenían proporciones distintas de ciertas células inmunitarias, en contraste con los controles. Aunque no está claro qué implican estas diferencias y no se relacionaron con síntomas individuales, los investigadores sugieren que el síndrome postvacunación merece una evaluación más exhaustiva.
Se sospecha que algunos casos de covid persistente se deben a la persistencia de la proteína espiga del coronavirus, lo que genera un incremento en el estado inflamatorio del organismo.
Iwasaki y su equipo encontraron que las personas con síndrome postvacunación mostraban niveles plasmáticos de la proteína espiga del coronavirus significativamente más altos que los demás incluyendo aquellos con covid persistente desde 26 hasta 709 días después de haber recibido la vacuna.
Fuente: Últimas Noticias
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