En Argentina, trabajadores de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) llevaron a cabo una contundente movilización en defensa de los derechos de los jubilados y jubiladas que enfrentan una grave crisis en la obra social PAMI. La protesta fue provocada por los recientes recortes y ajustes implementados por el Gobierno de Javier Milei, y se tornó violenta tras ser reprimida por las fuerzas policiales bajo la dirección de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que utilizaron gases lacrimógenos contra los manifestantes.

Las denuncias de ATE son preocupantes. El gremio señala múltiples irregularidades en la gestión de la obra social, tales como:

  • Demoras excesivas en la entrega de medicamentos.
  • Falta de insumos básicos de fisioterapia (bastones, sillas de ruedas, camas).
  • Sobrefacturaciones y subprestaciones de servicios médicos sin control.
  • Cobros ilegales, incluyendo plus y aranceles diferenciados que promedian 50 mil pesos argentinos.

Además, ATE ha informado sobre despidos masivos y el cierre de oficinas en todo el país, resultado de cesantías ilegales que afectan a los trabajadores del organismo.

Rodolfo Aguiar, referente de ATE, expresó que “la autoridad presidencial está resquebrajada” y que la imagen del Gobierno se encuentra debilitada. Aguiar instó a no ceder ante esta situación, promoviendo una mayor confrontación a nivel nacional. “Debemos evitar que continúen saqueando el presupuesto de la obra social y dejando a millones de jubilados sin prestaciones”, añadió.

La peligrosidad de la situación merece una respuesta firme por parte de la sociedad, para garantizar que los derechos de los jubilados no sean vulnerados.

Fuente: Telesur

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