Este jueves comenzó la cumbre ministerial de cancilleres del G20 en Sudáfrica, bajo la presidencia pro tempore de la nación anfitriona. Ronald Lamola, el ministro de Asuntos Exteriores de Sudáfrica, subrayó que los temas centrales de la reunión incluirán dilemas geopolíticos y esfuerzos por establecer puentes entre el norte y el sur global, promoviendo el derecho al desarrollo para los países africanos, que reciben menos del 3% de los recursos globales para enfrentar el cambio climático, a pesar de ser de los más perjudicados.

La cumbre cobra importancia adicional con la inclusión de la Unión Africana como miembro pleno del G20. No obstante, el encuentro se lleva a cabo en un contexto marcado por los conflictos bélicos en Ucrania, Palestina, Yemen y Sudán, así como por tensiones diplomáticas exacerbadas durante la administración de Donald Trump en Estados Unidos, cuya actitud crítica hacia aliados y adversarios ha creado fricciones.

Estados Unidos, representado por el secretario de Estado Marco Rubio, decidió no participar en la reunión, acusando a Sudáfrica de adoptar una postura “antiamericana”, al referirse a las críticas sudafricanas sobre las acciones de Israel en Palestina. Además, Washington observa con desconfianza la participación de Sudáfrica en el grupo BRICS, especialmente por su acercamiento a China y Rusia, considerados competidores estratégicos.

Esta cumbre tiene el potencial de marcar un antes y un después en la geopolítica global, probando la capacidad de Sudáfrica para mediar entre actores con intereses diversos y reafirmar su liderazgo en la promoción de los intereses del sur global.

Fuente: VTV
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