Un equipo de investigadores ha desarrollado una vacuna innovadora que, a partir de un microorganismo presente en la leche de vaca y el suelo, podría prevenir el aumento excesivo de peso. Según los científicos, este avance permitirá a las personas disfrutar de sus comidas favoritas sin preocuparse por la acumulación de grasa.

En un estudio realizado por la Universidad de Colorado, se inyectó a ratones una bacteria saludable llamada Mycobacterium vacci, conocida por su presencia en la leche de vaca y en los ambientes naturales.

El trabajo, publicado el mes pasado en la revista «Cerebro, Comportamiento e Inmunidad», se basa en investigaciones previas que habían indicado que Mycobacterium vacci podría contribuir a la disminución de la inflamación asociada con el aumento de peso.

Los resultados del estudio mostraron que las inyecciones semanales de esta bacteria conferían a los ratones una resistencia notable al aumento de peso, incluso cuando se alimentaban con una dieta elevada en azúcares y grasas.

Los expertos especulan que este tipo de bacterias podrían tener un efecto positivo al reducir la inflamación provocada por el estrés, la cual puede derivar de una dieta rica en alimentos inflamatorios, como carnes procesadas, cereales refinados y bebidas azucaradas.

¿Quién aumentó de peso durante el experimento?

Durante el experimento, un grupo de ratones fue alimentado con la dieta estándar para roedores sin recibir la vacuna. En contraste, otro grupo ingirió un 40 por ciento de grasas, un 40 por ciento de carbohidratos (la mitad de los cuales eran azúcares) y un 20 por ciento de proteínas.

Entre los ratones con la dieta poco saludable, la mitad fue vacunada y la otra mitad no. La vacuna se aplicó semanalmente durante 10 semanas. Al concluir el estudio, se observó que el grupo no vacunado con la dieta deficiente había ganado un 16 por ciento más de peso y presentaba un aumento significativo de grasa visceral en comparación con aquellos que consumían la dieta saludable.

Esta grasa se localiza alrededor de los órganos internos y está estrechamente relacionada con enfermedades crónicas, como las cardíacas y la diabetes.

Sin embargo, los resultados revelaron que no hubo diferencias en el aumento de peso entre los ratones que recibieron la vacuna y aquellos que siguieron consumiendo alimentos saludables. De hecho, los ratones vacunados con una dieta poco saludable tenían menores niveles de grasa visceral que los que seguían una dieta más equilibrada.

Estos hallazgos son especialmente relevantes en un contexto donde Estados Unidos enfrenta una creciente epidemia de obesidad, con una alarmante cifra de tres de cada cuatro adultos que padecen sobrepeso u obesidad.

Fuente: VTV

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