El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) ampliar de inmediato las detenciones y deportaciones de migrantes en todo el país. La directriz coincide con el auge de protestas masivas que rechazan sus políticas migratorias.

Trump publicó la instrucción a través de su red social Truth Social, donde instó a las agencias federales a actuar con firmeza: «Se ordena a los agentes de ICE, mediante el aviso de esta (este posteo) en TRUTH, que hagan todo lo posible para lograr el importante objetivo de implementar el mayor programa de deportaciones masivas de la historia». También señaló que deben «hacer todo en su poder» para ejecutar «el programa de deportaciones masivas más grande de la historia».

ICE, que ya se apresura por cumplir las metas impuestas por la Casa Blanca, intensificó sus operativos tras este anuncio. Trump incluso reconoció que sus medidas migratorias han tenido un impacto directo en el sector agrícola y hotelero, donde muchos migrantes trabajan.

Además, pidió concentrar las redadas en ciudades grandes como “Los Ángeles, Chicago y Nueva York donde millones y millones de foráneos ilegales residen”, según sus palabras. Estas ciudades, bastiones demócratas y autodenominadas “santuarios”, llevan días viendo crecer protestas contra las redadas que arrancaron el pasado 6 de junio.

Trump también ordenó redoblar la presión en estas zonas y lanzó acusaciones sin pruebas contra sus adversarios políticos: aseguró que usan a inmigrantes indocumentados para “hacer trampa en las elecciones”.

Desde su llegada a la Casa Blanca, Trump ha transformado al ICE en el eje central de su política migratoria, exigiendo que se enfoque no solo en amenazas a la seguridad, sino en ejecutar su plan de deportaciones masivas.

Con esta última ofensiva, el presidente apunta directamente a las ciudades que se niegan a cooperar con autoridades federales de inmigración, avivando aún más el conflicto entre gobiernos locales y el ejecutivo nacional.

360°/AR/OBP