En un emotivo reencuentro lleno de alegría y esperanza, la niña Maikelys Espinoza fue recibida este miércoles en el Salón Simón Bolívar del Palacio de Miraflores, en Caracas, por el presidente Nicolás Maduro junto a su madre Yorely Bernal, su abuela y diversas autoridades del Gobierno Bolivariano.
La niña llegó acompañada de Diosdado Cabello y la primera dama, Cilia Flores de Maduro, quienes se mostraron conmovidos por el regreso de Maikelys al país y a su familia. El acto reflejó un profundo sentimiento de unidad nacional y compromiso con la protección de la infancia venezolana.
Durante el reencuentro, Yorely Bernal expresó con emoción que se sentía «feliz y contenta porque estoy con mi hija; me falta mi esposo pero yo sé que también va a volver», y destacó que «nunca perdí la fe, sabía que mi hija iba a volver porque el Gobierno me apoyó en todo». Agregó que «no hay palabras para demostrar la felicidad que sentí al tenerla en mis brazos» y agradeció al presidente Maduro por su respaldo, señalando que «estuvo todo el tiempo ahí esperándola».
La madre de Maikelys también relató lo difícil que fue el año de separación, pues «fue muy difícil porque estuve separada de mi hija, no sabía nada de mi esposo», y recordó que justamente se cumplía un año desde su liberación. A pesar de lo vivido, reafirmó su esperanza diciendo que «sé que todavía hay muchas personas esperando regresar a su país, y si lograron traerme a mi hija, también podrán traer a los demás».
Comprometida con la causa de la reunificación familiar, Yorely manifestó su disposición a apoyar a otras madres en situación similar: «en todo lo que pueda voy a apoyar, porque como está el papá de mi hija, hay muchos inocentes que también necesitan el respaldo de nosotras».
Este encuentro representa no solo una victoria para una familia venezolana, sino también un símbolo de esperanza y justicia para muchas otras que anhelan el reencuentro y el retorno a su patria.
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