Marzo marca el comienzo de la emocionante temporada de nidación de tortugas marinas, que se extenderá hasta octubre. En La Sabana, La Guaira, el ambientalista Braulio Castillo, a cargo del programa de conservación, trabaja diligentemente en los preparativos para garantizar una temporada exitosa.
Primero, el equipo sanita la playa donde las tortugas desovan. Este esfuerzo incluye la extracción y erradicación de la planta mokal de la India, una especie invasora del sureste asiático que afecta negativamente la reproducción de las tortugas. «Limpiar la playa es fundamental para crear un ambiente adecuado para el desove», explica Castillo.
Además, el equipo arma el vivero. Este vivero, que mide 5×5 metros y tiene un metro de profundidad, aún necesita entre dos y tres camiones de arena. Hasta ahora, logran conseguir 10 de los 13 camiones necesarios. Castillo manifiesta su optimismo sobre el traslado futuro del vivero a un espacio permanente, donde los nidos puedan permanecer in situ; este cambio sería ideal para su preservación.
El ambientalista también señala el fuerte apoyo que reciben. Este año, logran reunir a representantes de la gobernación, la alcaldía, el Partido Verde y un grupo de ambientalistas de todo el país. Castillo se siente seguro de que esta temporada resultará un éxito rotundo. Además, el equipo organiza charlas, cine-foros y talleres en la parroquia Caruao, donde involucran activamente a los escolares. Esta acción crea conciencia sobre la importancia de la conservación.
Finalmente, Castillo asegura que La Sabana tiene el potencial de convertirse en un centro energético, irradiando luz y esperanza a las comunidades de los tortugueros. Esta labor comunitaria no solo preserva a las tortugas marinas, sino que también fomenta un sentido de responsabilidad ambiental entre las nuevas generaciones.
Fuente: Últimas Noticias
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