A principios de este año, la ciudad de Caracas fue testigo de la inauguración de nuevos refugios destinados a la comunidad de motorizados. Si bien el proyecto busca ofrecer espacios seguros y funcionales para los trabajadores del delivery y transporte, la inversión realizada y las características de los refugios han generado un intenso debate en la opinión pública.

Tres refugios fueron entregados en el Jardín Botánico (Plaza Venezuela) y en las estaciones Las Gaviotas 1 y 2. Estos espacios cuentan con caminerías, asientos para alrededor de 30 personas, techado moderno, iluminación y vías de acceso mejoradas.

Según testimonios de motorizados como Samir Parra, estos refugios representan una mejora significativa en sus condiciones laborales, especialmente en lo que respecta a la protección contra el clima y la seguridad. Sin embargo, Parra también denunció actos de vandalismo en el refugio de Coche, lo que pone en evidencia la necesidad de mayor vigilancia y concienciación ciudadana.

Mientras tanto, Steve Marcano, funcionario del Cuerpo de Policía Nacional Bolivariana (CPNB), aseguró que se han intensificado los recorridos de seguridad en la zona para proteger tanto a los motorizados como a los conductores.

Más allá de los beneficios evidentes, la inversión realizada en estos refugios ha desatado críticas y cuestionamientos sobre si los recursos podrían haberse destinado a otras prioridades de la ciudad. La controversia se centra en si estos espacios representan una mejora urbana legítima o un gasto excesivo en un contexto de dificultades económicas.

El programa «Juntos Todo es Posible» anunció la continuidad de esta iniciativa en otras zonas de Caracas, como Petare, La Guaira, La Fuente y Macaracuay. Sin embargo, la polémica en torno a los costos y beneficios de estos refugios promete seguir generando debate en la sociedad caraqueña.

Fuente: Últimas Noticias

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