El gobierno venezolano, a través de su canciller Yvan Gil, expresó su firme rechazo a la reciente proclamación del gobierno de Estados Unidos, la cual, según su declaración oficial, criminaliza de manera “infame e injusta” a los migrantes venezolanos. El comunicado advierte que esta medida recuerda “los episodios más oscuros de la historia humana, desde la esclavitud hasta los campos de concentración nazi”.

Una ley obsoleta y contraria a los derechos humanos

El documento resalta que “la Ley del Enemigo Extranjero de 1798, base de esta orden presidencial, es anacrónica. Viola leyes fundamentales de EEUU y el ordenamiento jurídico internacional en materia de derechos humanos”. Además, sostiene que esta legislación vulnera normativas internacionales como la Carta de Naciones Unidas, la Declaración Universal de Derechos Humanos y la Convención Internacional sobre la protección de los derechos de los trabajadores migratorios y sus familias.

En su declaración, Venezuela subraya que muchos de sus ciudadanos han emigrado en busca de mejores condiciones de vida debido a las “penurias económicas creadas por el bloqueo criminal impuesto por gobiernos occidentales”, el cual, afirma, tiene como objetivo forzar un cambio político en el país.

El gobierno venezolano también denuncia que esta política incluye “la expropiación de sus bienes personales, patrimonio, negocios, vehículos y cuentas bancarias”, al tiempo que condena la persecución que enfrentan los migrantes en sus lugares de trabajo, centros educativos, iglesias, hospitales y otros espacios públicos.

El texto también acusa a figuras de la oposición, entre ellas María Corina Machado, Julio Borges, Carlos Paparoni y Leopoldo López, de formar parte de un “núcleo criminal” que ha promovido sanciones contra Venezuela. Según el comunicado, estos sectores celebran la proclamación que estigmatiza a los migrantes venezolanos como “enemigos extranjeros” y los responsabiliza de haber organizado redes de tráfico de personas para explotar a ciudadanos vulnerables.

Llamado a la comunidad internacional

Frente a esta situación, Venezuela hace un llamado a la unidad nacional y reitera que desplegará acciones diplomáticas, jurídicas y políticas en defensa de sus migrantes y sus familias. “No habrá espacio multilateral o bilateral al que Venezuela no acuda para defender los derechos de sus migrantes”, subraya.

Por último, el país insta a la comunidad internacional, en particular a la CELAC, a reaccionar ante esta medida y denunciar su impacto. “No es solo un ataque contra Venezuela, es un precedente peligroso para toda la región”, advierte el comunicado, destacando que la respuesta debe basarse en la unidad y solidaridad de América Latina frente a estas acciones de segregación y persecución.

Fuente: Venezuela News

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