Venezuela ha iniciado un estudio de biorremediación para limpiar los suelos afectados por metales pesados como plomo, cadmio, zinc y mercurio. Este proyecto aprovecha residuos agroindustriales, como la cascarilla de arroz, cápsulas de moringa y tusa de maíz, para generar soluciones que aborden esta contaminación.
El Dr. Saúl Flores, jefe del Laboratorio de Ecología de Suelo, Ambiente y Agricultura del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), lidera esta iniciativa con el objetivo de reducir la dependencia de importaciones y contribuir a la sostenibilidad de la industria nacional. El estudio está financiado por el Estado a través del Fondo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Fonacit).
Una de las metas del proyecto es instalar una planta piloto en el parque industrial del IVIC para aumentar la producción y apoyar a laboratorios y sectores que enfrentan desafíos medioambientales. Según el Dr. Flores, la idea es transformar desechos que suelen ser problemáticos en recursos valiosos, promoviendo prácticas sostenibles que beneficien a toda la región del Caribe.
Este laboratorio busca desarrollar herramientas que impulsen a Venezuela en el tema de biorremediación, favoreciendo una agricultura más responsable y contribuyendo a un futuro más limpio y seguro. Además, el proyecto aspira a compartir conocimientos y técnicas con otros países del Caribe, fomentando la cooperación regional en la lucha contra la contaminación por metales pesados.
Venezuela está en un camino prometedor hacia la innovación ambiental, con el objetivo de convertir los desechos en soluciones y construir un futuro sostenible para las próximas generaciones.
Fuente: Medios Nacionales
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