En un ambiente lleno de emoción, la niña Maikelys Espinoza fue recibida en el Salón Simón Bolívar del Palacio de Miraflores por su madre, su abuela Raida Inciarte y autoridades del Gobierno Bolivariano. El reencuentro, luego de un año de separación, fue descrito por su abuela como un momento profundamente conmovedor.

Raida Inciarte expresó su gratitud al afirmar que se sintió “muy agradecida, porque tuvimos mucho apoyo del Gobierno, del pueblo venezolano, de todas las madres y abuelas que se sintieron identificadas con lo que viví con mi hija y luego con mi nieta; fue una lucha fuerte y sin ese respaldo no habría sido posible lograr lo que hoy se logró, gracias a Dios”. Al recordar el momento del reencuentro dijo conmovida que ver a su nieta fue una emoción indescriptible, “todavía la miro y pienso que es más hermosa de lo que recordaba; tenía miedo de que sintiera rechazo, pero no, se ha adaptado muy bien”.

Sobre el año transcurrido, aseguró que “para mí no fue rápido, fue un año de incertidumbre, sobre todo cuando mi hija llegó sin la niña; ahí comenzó la desesperación, la angustia, el no tener respuestas”. También envió un mensaje de aliento al padre de Maikelys, detenido en el extranjero: “le pido que tenga mucha fuerza, que confíe en Dios, que no está solo, aquí están sus hijos que lo aman y lo esperan”.

Finalmente, dirigió unas palabras a otras madres que aún esperan el regreso de sus hijos: “confíen, no somos actrices como algunos dicen, somos madres venezolanas que jamás imaginamos vivir esto; pero estamos aquí, con fe, y luchando para que muchas más puedan reencontrarse con los suyos”.

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