La Iglesia católica tiene un nuevo líder espiritual. El cónclave de cardenales reunido en la Capilla Sixtina ha elegido este jueves a Robert Prevost como el nuevo papa. El recién electo pontífice adoptará el nombre de León XIV, convirtiéndose en el papa número 267 en la historia de la Iglesia.
La tradicional señal de la ‘fumata blanca’ anunció al mundo que un nuevo pontífice había sido elegido. De inmediato, la Plaza de San Pedro estalló en aplausos y emoción. Cientos de fieles, peregrinos y periodistas se congregaron frente a la Basílica de San Pedro para presenciar el histórico momento y escuchar las primeras palabras del nuevo sumo pontífice.
El cónclave comenzó el pasado 7 de mayo con la participación de 133 cardenales electores, todos menores de 80 años, quienes viajaron desde los cinco continentes para participar en la elección del sucesor del papa Francisco, fallecido el 21 de abril.
Antes de iniciar las deliberaciones, los cardenales asistieron a la misa Pro Eligendo Pontifice, presidida por el cardenal decano Giovanni Battista Re. Luego, fueron aislados en la Capilla Sixtina, donde debatieron y votaron hasta alcanzar un consenso. Para ser electo, el nuevo papa debía obtener al menos dos tercios de los votos, es decir, 89 sufragios.
De los 135 cardenales inicialmente convocados, tres no participaron. Antonio Cañizares Llovera, arzobispo emérito de Valencia, se excusó por motivos de salud. El arzobispo de Nairobi, John Njue, no viajó a Roma tras una controversia en torno a su invitación. Y el cardenal Giovanni Angelo Becciu fue vetado por el papa Francisco debido a su condena por corrupción.
¿Quién es León XIV?
Nacido en Chicago en 1955, Robert Francis Prevost es un sacerdote agustino con una destacada trayectoria pastoral y misionera. Durante más de diez años fue obispo en Perú, donde trabajó estrechamente con comunidades desfavorecidas. En 2023, fue nombrado prefecto del Dicasterio para los Obispos por el papa Francisco, un rol clave dentro de la Curia romana. Su perfil combina experiencia internacional, firmeza doctrinal y sensibilidad pastoral.
Con el nombre de León XIV, Prevost retoma una de las denominaciones históricas del papado —la última vez que se usó fue en 1878 con León XIII—, lo que podría interpretarse como un guiño a la tradición, pero también como un símbolo de renovación con firmeza.
Se espera que en breve el nuevo pontífice ofrezca su primer mensaje a los fieles desde el balcón central de la Basílica de San Pedro.
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