El déficit comercial de bienes en Estados Unidos alcanzó un nuevo récord en el primer trimestre de 2025, con una cifra histórica de 424,612 millones de dólares, equivalente al 4.2% del Producto Interno Bruto (PIB). Este es el porcentaje más alto en los últimos 17 años y pone en evidencia tensiones estructurales en la economía del país.

A pesar de las advertencias de expertos y organismos internacionales, el presidente Donald Trump ha redoblado su estrategia proteccionista. Nuevos decretos arancelarios emitidos por su administración impulsaron una ola de importaciones anticipadas —especialmente en sectores como autos, maquinaria y tecnología— que desplazaron parte de la producción nacional.

Mientras tanto, las exportaciones se estancaron y el consumo interno mostró signos claros de desaceleración, reflejando un entorno económico presionado por decisiones de política comercial poco efectivas.

Aunque China sigue encabezando la lista de países con los que EE. UU. mantiene un déficit más amplio, Suiza, Irlanda y Australia sorprendieron al escalar posiciones en el ranking, lo que evidencia un desequilibrio más amplio y diversificado.

Instituciones como la Reserva Federal de Dallas y el National Bureau of Economic Research (NBER) coinciden en que los aranceles no corrigen el déficit cuando el país gasta más de lo que produce. Además, alertan sobre la caída de la inversión extranjera directa y una pérdida de competitividad manufacturera, agravada por la incertidumbre que generan las políticas comerciales del actual gobierno.

El récord de déficit marca un desafío crucial para la administración Trump, que insiste en aplicar barreras comerciales como vía de corrección, pese a las crecientes señales de que la estrategia puede estar debilitando más de lo que protege.

360°/AR/OBP