La administración de Donald Trump ha incrementado los aranceles comerciales contra China hasta un 104%, como represalia por la nueva tarifa del 34% que el país asiático implementará este jueves 10 de abril. Con esta decisión, el gobierno estadounidense vuelve a agitar el escenario del comercio global, convirtiéndolo en una especie de montaña rusa económica.
En días recientes, Trump había advertido que «si China no retira su aumento del 34%, además de sus abusos comerciales a largo plazo, antes de mañana, 8 de abril de 2025, Estados Unidos impondrá aranceles adicionales del 50% a China, a partir del 9 de abril». Con la aplicación de esta amenaza, la carga arancelaria total asciende a un 104%, en lo que representa una de las medidas más agresivas de su administración contra Pekín.
Desde Beijing, la reacción no se hizo esperar. A través de un comunicado oficial, el Ministerio de Economía chino manifestó que «la amenaza de Estados Unidos de intensificar los aranceles contra China es un error sobre otro error y vuelve a mostrar la naturaleza de chantaje de EEUU». Esta declaración marca un tono desafiante, dejando claro que la tensión comercial continuará si Washington no cesa sus acciones coercitivas.
Además, la institución asiática enfatizó su postura con contundencia: «China nunca aceptará esto. Si Estados Unidos insiste, China luchará hasta el final».
Con este nuevo capítulo en la guerra comercial, la Casa Blanca busca enviar un mensaje de firmeza frente a sus adversarios internacionales, evitando cualquier señal de debilidad en el tablero geopolítico global.
360°/AR/OBP