¿Podría una explosión estelar ocurrida hace millones de años haber alterado el curso de la vida en nuestro planeta?

Una investigación innovadora liderada por la astrofísica Caitlyn Nojiri de la Universidad de California en Santa Cruz, revela que una supernova detonó una explosión en la diversidad de virus en el lago Tanganica, África.

El estudio muestra que la radiación cósmica de la supernova actuó como motor evolutivo, impulsando mutaciones virales. Simulaciones computacionales indican que la Tierra soportó niveles altos de radiación durante 100,000 años después de la explosión estelar.

Nojiri junto a su equipo descubrió picos de hierro-60 (un isótopo radiactivo exclusivo de supernovas) en sedimentos oceánicos. Estos picos coinciden con momentos clave en la evolución biológica, lo que sugiere que las supernovas pueden jugar un papel significativo en la vida terrestre.

Esta investigación desafía la visión convencional de la evolución y abre nuevas interrogantes sobre la influencia del cosmos en la biología de nuestro planeta.

Fuente: VTV

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