Después de meses de tensión y una guerra arancelaria, Estados Unidos y China han llegado a un acuerdo tras una reunión de dos días en Londres. El presidente estadounidense, Donald Trump, afirmó que el acuerdo ya está cerrado y que solo falta la aprobación final de él y del presidente chino, Xi Jinping.
Este acuerdo busca mejorar las relaciones comerciales y garantizar un comercio más fluido entre ambos países. China se compromete a acelerar los envíos de metales de tierras raras, fundamentales para las industrias automotriz y de defensa en Estados Unidos. Por su parte, Washington aliviará algunos controles de exportación, facilitando así la cooperación económica.
El pacto aún necesita la aprobación de los dos presidentes antes de ponerse en marcha. Los responsables destacaron que las negociaciones fueron sinceras y que el acuerdo puede generar confianza y abrir un camino hacia un comercio más positivo. Sin embargo, analistas advierten que todo dependerá de la voluntad política y de cómo se maneje la relación en los próximos meses.
Fuente: RT
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