Este miércoles una protesta de jubilados frente al Congreso de la Nación Argentina se vio empañada por violentos enfrentamientos con las fuerzas de seguridad, quienes utilizaron gas lacrimógeno y chorros de agua para dispersar a los manifestantes.

Apoyo de sindicatos e hinchas de fútbol

La marcha, que también contó con el apoyo de aficionados del fútbol y sindicatos, tuvo lugar en el centro de Buenos Aires, en las puertas del Parlamento, donde los jubilados reclaman un aumento en sus pensiones, la restitución de la cobertura de medicamentos y la continuidad de la moratoria previsional que finalizará a finales de este mes.

Motivo del conflicto

Esta movilización fue convocada como una forma de apoyo a los jubilados, quienes desde hace varias semanas vienen reclamando la actualización de sus pensiones, situación que ha sido motivo de represión por parte de las fuerzas de seguridad en las protestas anteriores. Ante esta situación, diversos sectores sindicales y grupos de hinchas de fútbol anunciaron su apoyo a los jubilados para esta marcha.

La brutal agresión policial

Los jubilados, entre los que se encontraban ancianos, mujeres y jóvenes, se congregaron para manifestarse en contra de las bajas pensiones que perciben, mientras la Policía se desplegó en diferentes puntos alrededor del Congreso. Los efectivos lanzaron gases lacrimógenos y utilizaron camiones de agua para dispersar a los asistentes, quienes estaban ejerciendo su derecho a protestar pacíficamente.

Asimismo, durante la protesta una anciana fue brutalmente agredida por la Policía, un hecho que ha conmocionado a la sociedad argentina. Los presentes, visiblemente consternados, asistieron a la escena y recriminaron la actuación de las fuerzas del orden ante la agresión sufrida por la mujer, generando aún más indignación entre los manifestantes y la población en general.

El gobierno refuerza medidas de seguridad

El Ministerio de Seguridad había anticipado que, debido a la posible participación de hinchadas del fútbol argentino en la manifestación, se implementarían medidas estrictas para garantizar el orden y la seguridad pública. Además, advirtieron que aquellos que incurran en desmanes serían detenidos.

El Gobierno de Javier Milei, por su parte, aseguró que «no se tolerarán hechos de violencia en manifestaciones o eventos de cualquier índole» y que se aplicará de manera estricta lo que establece la ley. Sin embargo, la violenta represión en la protesta de hoy ha generado preocupación y rechazo entre distintos sectores sociales.

360°/AR/OBP