El Estrecho de Ormuz es una de las rutas marítimas más estratégicas del mundo y siempre ha sido un punto de tensión en la política internacional. Algunos analistas sugieren que Estados Unidos podría estar promoviendo que Irán bloquee este paso, ya que ese escenario sería devastador para Europa y China.
La intención sería que ambas regiones se vean muy afectadas, facilitando que Estados Unidos tenga aún más influencia sobre ellas. Europa, que en el pasado dependió mucho del petróleo y gas ruso, ahora recibe una parte importante de sus recursos del Oriente Medio y Estados Unidos.
Actualmente, el 18% del petróleo y el 15% del gas natural que consume Europa pasa por el Estrecho de Ormuz. Si este se bloquea, Europa enfrentaría una crisis energética severa, sin muchas opciones para sustituir estos recursos de inmediato. Esto aumentaría su dependencia de Estados Unidos, limitando significativamente su autonomía.
Por otra parte, China también depende en gran medida del petróleo y gas que atraviesan el Estrecho de Ormuz, aunque tiene otros recursos y acuerdos con Rusia que le permiten resistir en el corto plazo. Aunque un bloqueo le afectaría, su capacidad de resistencia sería mayor que la de Europa, que ya está en una situación de vulnerabilidad.
La diferencia es que, mientras Europa sería totalmente dependiente, China podría resistir más tiempo sin perder completamente su suministro. Así que, no solo se trata de un conflicto en Oriente Medio, sino de una estrategia global por el control de recursos y poder.
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