Este jueves, la nave espacial Starship despegó desde Texas en lo que marcaba su octavo vuelo de prueba. Sin embargo, poco después del lanzamiento, los controladores de misión perdieron comunicación con la nave, ya que esta se desintegró en el aire. Starship, considerada el cohete más grande y potente del mundo, pertenece a la compañía SpaceX, dirigida por Elon Musk.

El incidente ocurre apenas dos meses después de que otro vuelo de prueba de Starship terminara en explosión, provocando una lluvia de escombros en llamas sobre las Islas Turcas y Caicos. “Perdimos el contacto con la nave. Desafortunadamente, esto también ocurrió la última vez”, explicó Dan Huot, director de comunicaciones de SpaceX.

Investigación en marcha

A través de sus redes sociales, SpaceX confirmó el fallo en el vuelo: «SpaceX confirma que la etapa superior de la nave Starship para el vuelo ocho, se perdió después de perder los motores y el control de la altitud unos 20 segundos antes de completar su ascenso». La compañía también señaló que dará inicio a una investigación para esclarecer las causas del incidente.

Este vuelo de prueba tenía como objetivo evaluar el desempeño de la nave y su propulsor Super Heavy en condiciones de lanzamiento reales. Sin embargo, a pocos minutos del despegue, la nave comenzó a presentar inestabilidad, lo que resultó en la pérdida de control y su posterior desintegración.

Fuente: VTV

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