El presidente argentino Javier Milei decidió reducir los servicios ferroviarios, afectando directamente a millones de personas que se trasladan a diario en el Área Metropolitana de Buenos Aires. Justificó la medida argumentando que se deben realizar obras “esenciales” en la línea Roca, una de las más utilizadas del sistema de trenes suburbanos.
La falta de información oficial sobre una fecha concreta para restablecer el servicio aumenta la incertidumbre entre los usuarios. Diversos medios argentinos advierten que esta decisión agrava aún más la ya crítica situación del transporte público.
La propia administración de la Línea Roca confirmó que el servicio funcionará con limitaciones debido a los trabajos de renovación de vías. Desde su llegada al poder, Milei ha aplicado recortes operativos en el sistema ferroviario y ha impuesto aumentos tarifarios que, según denuncian sectores sociales, superan la capacidad económica de los trabajadores argentinos.
En junio, el gobierno oficializó el cambio de horario de la Línea Roca, que moviliza diariamente a más de 600 mil pasajeros y conecta la zona sur del conurbano bonaerense con la Ciudad de Buenos Aires. Esta modificación afectó a ramales clave como Alejandro Korn, Ezeiza, Bosques T y La Plata.
Según datos publicados en medios locales, los ramales eléctricos redujeron su frecuencia de 636 a 623 trenes por día, mientras que los ramales diésel sufrieron un recorte más severo, pasando de 158 a 131 servicios diarios.
Durante los fines de semana, la situación empeora. El ramal La Plata bajó de 81 a 75 servicios diarios. Alejandro Korn pasó de 181 a 173, y Bosques vía Temperley perdió un servicio, quedando en 135 en horario nocturno.
El ajuste en los trenes impacta directamente en la vida cotidiana de miles de trabajadores, quienes enfrentan mayores demoras y trenes saturados, mientras el gobierno sostiene su política de recorte en medio de un clima de creciente malestar social.
360°/AR/OBP