En su más reciente análisis en «ClaraMente», la periodista Clara Vega expuso cómo Estados Unidos y sus aliados han usado la crisis migratoria venezolana con fines políticos.

Desde 2017, Venezuela ha sido señalada como una amenaza para la región. Con un bloqueo económico en marcha, miles de venezolanos migraron buscando un futuro mejor. Pero en muchos casos encontraron xenofobia, discriminación y criminalización.

El Tren de Aragua: un pretexto para estigmatizar

El gobierno venezolano anunció en 2023 el desmantelamiento del Tren de Aragua, pero algunos medios insistieron en que la banda seguía operando. Medios internacionales como The Washington Post, InsideCrim, OCSRP, CNN y The Economist han mantenido viva la narrativa de su presunta actividad en Estados Unidos, reforzando una agenda geopolítica con fines políticos.

En 2024, el Senado estadounidense declaró al Tren de Aragua como una organización criminal transnacional. En enero de 2025, pese a su desaparición, lo catalogaron como grupo terrorista extranjero. Así justificaron endurecer las políticas contra los migrantes venezolanos.

Deportación masiva a El Salvador

El 15 de marzo de 2025, 238 venezolanos fueron deportados sin pruebas a El Salvador. En vez de ser repatriados, los enviaron al Centro de Confinamiento del Terrorismo (Secotec), una cárcel denunciada por violaciones a los derechos humanos.

La administración Trump defendió la medida alegando que los migrantes representaban una «invasión». Altos funcionarios estadounidenses y el gobierno salvadoreño apoyaron la decisión, reforzando la criminalización de los venezolanos en el exterior.

La crimmigración como herramienta de control

Este caso se inscribe dentro del fenómeno de la crimmigración, un concepto descrito por la jurista Juliet Stumpf, que explica cómo la criminalización de los migrantes permite despojarlos de cualquier derecho o reconocimiento dentro de la sociedad.

¿Estrategia aislada o plan bien orquestado?

Las evidencias presentadas por Clara Vega en su análisis sugieren que la campaña contra los migrantes venezolanos no es un hecho fortuito, sino parte de una estrategia bien orquestada con intereses políticos y geopolíticos en la región.

360°/AR/OBP