En medio de una sequía que afecta a los agricultores y ganaderos de Texas, Estados Unidos y México firmaron un acuerdo para garantizar el suministro de agua.
El Departamento de Agricultura de EE.UU. anunció que, tras semanas de negociaciones, México transferirá agua desde sus embalses y aumentará el flujo en seis afluentes del Río Bravo hasta el final del ciclo hidrológico en octubre.
Esta medida busca brindar un alivio inmediato a los productores texanos y mantener la estabilidad en la región, a pesar de las dificultades provocadas por la sequía.
Por su parte, la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, afirmó que México cumple con sus obligaciones en la medida de sus recursos. Además, resaltó que la escasez de agua ha devastado la economía local y la agricultura del valle del Río Grande durante los últimos tres años.
Washington, en tanto, recordó que, según el Tratado de Aguas de 1944, México debe suministrar 1.75 millones de acres-pies de agua cada año. Mientras tanto, Estados Unidos aporta 1.5 millones desde el río Colorado.
A pesar de las tensiones recientes, las autoridades estadounidenses y mexicanas destacaron que el acuerdo beneficia a ambas naciones y que no es necesario renegociar el tratado.
De hecho, su principal objetivo sigue siendo asegurar el abastecimiento para las comunidades mexicanas que dependen del Río Bravo.
Finalmente, la presidenta Sheinbaum añadió que “han sido tres años de sequía y México cumple con lo que puede, según la disponibilidad de agua.” Además, afirmó que esta cooperación fortalecerá la relación bilateral y ayudará a aliviar la crisis hídrica en los meses próximos.
Fuente: RT
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