Un total de 157 ballenas, identificadas como falsas orcas, quedaron varadas en una remota playa del noroeste de Tasmania, Australia. A pesar de los esfuerzos de veterinarios y conservacionistas por salvar a los animales, las adversas condiciones climáticas complicaron la situación.

Los equipos de rescate habían logrado mantener con vida a cerca de 90 ballenas, pero lamentablemente, el clima ha forzado la decisión de sacrificar a los que aún sobreviven para evitar su sufrimiento prolongado. “La eutanasia siempre es el último recurso”, explicó el biólogo Kris Carlyon.

Angus Henderson, profesor de Ecología en la Universidad de Tasmania, ha enfatizado que estos varamientos, que han ocurrido repetidamente en la costera del oeste de Tasmania, pueden deberse a factores naturales como desorientación.

Este es ya el tercer varamiento masivo en cinco años en la región. La comunidad científica investiga las causas detrás de este fenómeno, mientras Tasmania continúa siendo un refugio para la vida natural y marina.

Fuente: El País

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