La reciente grabación de un documental en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT) de El Salvador ha generado una avalancha de críticas hacia el gobierno de Nayib Bukele. Mientras el presidente autoriza la filmación de una producción cinematográfica dentro de la megacárcel, 252 migrantes venezolanos deportados desde Estados Unidos permanecen secuestrados en condiciones extremas, sin acceso a un juicio y sin respaldo de pruebas oficiales.

La producción, dirigida por el excongresista estadounidense Matt Gaetz y transmitida por One America News Network (OAN), ha mostrado al mundo el ambiente opresivo y la falta de garantías procesales que enfrentan estos jóvenes, quienes se han etiquetado sin fundamento como miembros de la desmantelada banda criminal «Tren de Aragua».

La ausencia de información oficial y la negativa del Gobierno salvadoreño a ofrecer detalles sobre su situación legal ha generado una grave preocupación entre organizaciones de derechos humanos, que denuncian una clara violación a los principios fundamentales del debido proceso.

El Salvador, que Bukele ha presentado como un modelo de seguridad a nivel internacional, refleja una realidad diferente en este caso. Mientras el gobierno destina recursos a la expansión del CECOT, evita asumir su responsabilidad de dar respuestas sobre la vida y el futuro de cientos de venezolanos atrapados en un sistema que los trata como culpables sin juicio ni pruebas.

Este incidente pone de relieve la creciente criminalización de la migración, donde los derechos fundamentales de los venezolanos se ven ignorados a favor de políticas de mano dura que buscan proyectar una imagen de control absoluto.

Familiares de los detenidos han expresado angustia, ya que no saben dónde se encuentran ni en qué condiciones están sus seres queridos.

Fuente: VTV

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