Durante la cumbre de la OTAN en La Haya, los 32 países miembros han pactado incrementar su gasto en Defensa hasta el 5 % del PIB, cumplimiento de la exigencia impulsada por Estados Unidos y su presidente, Donald Trump.
Sin embargo, España se ha distanciado de este objetivo, destacando que podrá seguir destinando al menos el 2,1 % del PIB a defensa.
El acuerdo final establece ese umbral del 5 %, aunque deja espacio para interpretaciones flexibles. España, liderada por el presidente Pedro Sánchez, ha hecho valer esa flexibilidad, evitando comprometerse a un porcentaje más alto.
Sánchez ha mostrado una postura de resistencia, eludiendo contacto cercano con Trump y otros líderes destacados, en una señal de desacuerdo con el aumento radical propuesto por EE.UU.
El plan de los Países Bajos, aliado anfitrión, propone gastar un 3,5 % del PIB en defensa, y sumar un 1,5 % adicional en gastos relacionados, totalizando el 5 %, según lo pretendía la estrategia de Trump.
La cumbre deja claro que la mayoría de los países seguirán aumentando su gasto en defensa, pero España busca mantener sus propios objetivos y estrategia, sin caer en compromisos estrictos.
Fuente: RT
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