La Corte Suprema de EE.UU. autorizó este lunes al gobierno de Donald Trump a reanudar la deportación de migrantes a países en crisis, como Sudán del Sur, sin ofrecerles un proceso adicional. Esta decisión favorece a la administración, que argumentó que los tribunales inferiores estaban impidiendo sus esfuerzos para gestionar las deportaciones de manera más rápida.
La decisión fue tomada con el voto de tres jueces conservadores, mientras que las juezas progresistas Sonia Sotomayor, Elena Kagan y Ketanji Brown Jackson disintieron, criticando que la corte “recompensa la ilegalidad” y que el gobierno ha desobedecido órdenes judiciales previas. La corte no explicó los motivos de su decisión, lo que ha generado preocupación entre los defensores de derechos migrantes.
Expertos señalan que este fallo tiene gran peso, ya que abre la posibilidad de deportar a muchos migrantes, incluso a países donde la situación es muy peligrosa. Actualmente, hay inmigrantes detenidos en Yibuti, inicialmente destinados a Sudán del Sur, en condiciones precarias y sin contacto con abogados, en medio de una crisis humanitaria en ese país.
El gobierno argumenta que dar más tiempo para alegar temor a la tortura es excesivo y que muchos migrantes tienen antecedentes penales graves. Por su parte, organizaciones defensoras aseguran que muchos detenidos no tienen condenas y que en algunos casos se les ha notificado con menos de 24 horas.
Este caso refleja un largo debate sobre los derechos de los migrantes y la legalidad de deportarlos a países peligrosos. La Corte Suprema ha respaldado varias acciones de Trump para eliminar beneficios, pero también ha bloqueado intentos de acelerar deportaciones sin seguir los procesos adecuados. La reciente decisión vuelve a poner en el centro la tensión entre seguridad, política exterior y protección de derechos humanos.
Fuente: CNN
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