Desde el pasado sábado, las protestas contra las políticas migratorias del gobierno de Donald Trump se han propagado por todo Estados Unidos. Como resultado, miles de personas han salido a las calles para exigir cambios, y en varias ciudades los enfrentamientos con la policía han escalado, creando una tensión que, por el momento, no muestra señales de disminuir.

En California, habitantes de Los Ángeles, San Francisco y Santa Ana han expresado su rechazo, mientras que en Seattle también se concentran para protestar contra el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). Por su parte, en Texas, los disturbios en Austin terminaron con cuatro policías heridos, y en Dallas, cientos marcharon de manera pacífica, aunque algunos lanzaron objetos contra las fuerzas del orden.

De manera similar, en Denver, las avenidas principales han sido bloqueadas en una manifestación que refleja el descontento general, mientras que en Chicago, la presencia de más de mil personas frente al tribunal de inmigración ha acaparado la atención. En ciertos momentos, estos enfrentamientos con las autoridades se han vuelto más intensos. Situaciones similares se han registrado en ciudades como Boston, Nueva York y Filadelfia, donde las movilizaciones crecen día tras día.

Por último, las protestas mantienen su ritmo y los organizadores advierten que las acciones se intensificarán en las próximas semanas. En Washington D.C., sindicatos y grupos civiles ya planean movilizaciones masivas para el sábado 14 de junio, coincidiendo con un desfile militar de Trump, con el propósito de denunciar las redadas y deportaciones que continúan sin freno.

¿Marines para protestas civiles? Trump sube el tono en California

Fuente: RT

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