Las importaciones de bienes en Estados Unidos registraron una fuerte contracción durante el mes de abril, una tendencia que expertos atribuyen a la reciente política arancelaria implementada por la administración Trump.
De acuerdo con datos publicados recientemente, el volumen total de importaciones durante ese mes alcanzó los 276.100 millones de dólares, una cifra que representa una baja de 68.400 millones de dólares frente al mes anterior, es decir, una caída cercana al 20%. El rubro más afectado fue el de bienes de consumo, que se redujo en más de 33.000 millones de dólares.
Esta contracción se asocia directamente con la estrategia comercial impulsada por el presidente, que busca replantear la posición de Estados Unidos en el comercio global mediante la imposición de tarifas.
Los aranceles propuestos por Trump contemplan un impuesto general del 10% sobre todas las importaciones, junto con tasas más altas dirigidas a aquellos países con los que EE. UU. mantiene déficits comerciales importantes. Esta política ha tenido efectos tangibles sobre el flujo de mercancías hacia el país.
Aunque se han alcanzado ciertos acuerdos parciales, como una tregua con China y un pacto bilateral con el Reino Unido, la tendencia general ha sido una reducción significativa en la entrada de productos del extranjero.
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