El pasado domingo, Venezuela vivió un hito histórico con la elección de jueces de paz comunales. Este proceso, que conmemoró los 25 años de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, simboliza un avance significativo en la democratización de la justicia y la cooperación ciudadana.

     La presidenta de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), Tania D’Amelio, recalcó la importancia de esta decisión, señalando que la elección de los jueces de paz fue directa, secreta y universal. “Ayer, el pueblo salió a consolidar nuestra Constitución, ejerciendo su derecho a elegir a quienes administrarán justicia en sus comunidades”, afirmó.

   D’Amelio comentó que, a partir del mes de enero del 2025, la Coordinación Nacional de la Justicia de Paz Comunal, en conjunto con la Escuela de la Magistratura y el Ministerio de Universidades, iniciará un proceso formativo para guiar a los jueces y juezas de paz. Esta elección busca fundamentalmente mermar las incidencias judiciales que estos entes reguladores comunales podrían haber solventado, ya que se enfoca en la atención judicial primaria, atacando de esa manera la principal queja social con respecto al retraso procesal.

    En sus principales labores se encuentra la mediación de los conflictos vecinales, buscando soluciones amenas para restaurar la convivencia social. También deben tomar las denuncias de violencia de género y articularlas con los consejeros de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, priorizando la seguridad de las víctimas. Cabe destacar que velarán por el cumplimiento de las ordenanzas municipales, garantizando a su vez el derecho de todos los ciudadanos.

    Todos estos actos se realizarán en las casas de justicia de cada comunidad, ubicadas en espacios públicos, donde todos los ciudadanos podrán acudir para presentar las denuncias y solicitar la mediación del juez.

En este sentido, las comunidades que eligieron a sus jueces y juezas de paz comunal contarán con un mecanismo de contraloría para garantizar el seguimiento a la conducta de los electos. D’Amelio explicó que, según la Ley Orgánica de la Jurisdicción Especial de Paz Comunal, los jueces deberán rendir cuentas cada seis meses ante la Asamblea de Ciudadanos y Ciudadanas.

“Si hay una persona que no respete la norma, la comunidad puede iniciar un proceso para que no sea juez o jueza de paz”, informó D’Amelio. Además, resaltó que los electos fueron reconocidos por su alta autoridad moral y su firmeza en la promoción de la paz y la convivencia.

La máxima autoridad de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, enfatizó que la elección de jueces y juezas de paz representa una justicia primaria, no ordinaria. “Es innecesario que una persona denunciada pase detenido años por un conflicto menor en la comunidad”, ejemplificó. La justicia primaria busca resolver conflictos de manera oportuna y efectiva, promoviendo la convivencia y el respeto mutuo en los territorios.

“Lo que queremos es vivir en paz, en armonía. “Los jueces de paz son parte integral de la comunidad, y su objetivo es facilitar la resolución de conflictos y fomentar un ambiente de tranquilidad”, concluyó D’Amelio.

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