El precio del oro alcanzó un hito histórico el 19 de marzo, superando los 3.000 dólares por onza y registrando una cotización de 3.053 dólares.
El oro, tradicionalmente considerado un refugio seguro frente a la inflación y la inestabilidad política, ha visto su aumento impulsado por varios factores. Entre ellos, destacan las tarifas impuestas por Estados Unidos, que podrían generar más inflación y frenar el crecimiento económico global. Además, los conflictos en Oriente Medio, como la ruptura del alto el fuego entre Israel y Gaza, han aumentado la demanda de oro.
Tim Waterer, Analista Jefe de Mercado en KCM Trade Global, señaló que «los comerciantes están considerando el oro como un activo que está bien equipado para manejar la incertidumbre económica relacionada con los aranceles».
Además, UBS ha elevado su pronóstico de precio, con una proyección de 3.200 dólares por onza para junio de 2025. DataTrek, por su parte, estima que el oro podría llegar a los 3.500 dólares.
El oro sigue siendo un refugio ante la volatilidad económica y política, y los inversores lo ven como una protección contra la inflación global.
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