El canciller de Venezuela, Yván Gil, cuestionó la denuncia presentada por el gobierno de Javier Milei ante la Corte Penal Internacional (CPI). El gobierno argentino acusó a Venezuela de “detención arbitraria y desaparición forzada” en el contexto de la captura de Nahuel Gallo, un agente de seguridad arrestado por intentar llevar a cabo operaciones terroristas en el país.
Gil descalificó la postura del gobierno argentino, afirmando que “la insistencia de Milei en apelar al Estatuto de Roma, que evidentemente no comprenden, refleja una alarmante falta de seriedad”. Además, enfatizó que este suceso convierte al gobierno argentino en “el hazmerreír de la diplomacia global”.
Gobierno con uso político de los derechos humanos
El canciller también subrayó que los derechos humanos no deben ser utilizados por agendas políticas desesperadas. Afirmó que “los integrantes del gobierno de Milei, involucrados en planes de extrema derecha y acciones terroristas, emplean acciones diplomáticas erráticas para desviar la atención de sus fracasos”.
Por su parte, el fiscal general Tarek William Saab aseguró que se está tratando a Gallo con todos los derechos legales pertinentes. Saab recordó que «la situación implica una falta grave de protocolo» por parte de la ministra Bullrich, quien, según el fiscal, no informó a las autoridades venezolanas sobre el viaje del gendarme.
Además, Saab retó a Bullrich a aclarar dos importantes cuestiones que inquietan a la opinión pública en Argentina: ¿por qué permitió que Gallo viajara sin el debido aviso a las autoridades venezolanas y por qué, en marzo de 2024, declaró su intención de enviar gendarmes a Venezuela con propósitos que contravienen el Derecho Internacional?
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