El 23 de enero de 1958 marca un hito en la historia democrática de Venezuela: el final de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez y el inicio de una nueva era democrática para el país.

Este día, el pueblo venezolano, en unión cívico-militar, se levantó contra el régimen dictatorial de Pérez Jiménez, logrando así restaurar la democracia y sentar las bases para un futuro más libre y justo para los venezolanos.

Inicios

La dictadura de Marcos Pérez Jiménez, comenzó en 1952 y se caracterizó por la represión política, la censura y la violación de los Derechos Humanos.

Un régimen dictatorial que impuso estrictas medidas de vigilancia y control a la población, silenciando cualquier forma de oposición y limitando las libertades individuales.

A pesar de los intentos del régimen por consolidar su poder, la oposición creció, y en diciembre de 1957, un plebiscito fraudulento para prorrogar el mandato de Pérez Jiménez exacerbó el descontento popular. La Junta Patriótica, un grupo de líderes civiles y militares, comenzó a organizarse para derrocar al dictador.

Enero: la caída se avecina

El 1 de enero de 1958, un alzamiento militar encabezado por el coronel Hugo Trejo marcó el inicio de una serie de eventos que culminarían en la caída del régimen.

Este alzamiento fue un catalizador que encendió las necesidades de la ciudadanía, y promoviendo la organización de más protestas y manifestaciones.

A lo largo de enero, estudiantes, obreros, y ciudadanos comunes se unieron en una ola de manifestaciones, enfrentándose a las fuerzas de seguridad del Estado con una gran determinación. La oposición se organizó en huelgas y marchas que fueron sofocadas con violencia, pero la resistencia persistió. Era inminente la salida de aquella dictadura.

El 21 de enero de 1958, la Junta Patriótica convocó a una huelga general que paralizó al país y aumentó la presión al gobierno de Pérez Jiménez.

La huelga fue un éxito rotundo, demostrando la magnitud del descontento popular y la capacidad de organización de sus oponentes.

Las calles de Caracas y de otras ciudades principales se llenaron de manifestantes que exigían el fin de la dictadura y el restablecimiento de la democracia para Venezuela.

23 de enero

Finalmente, el 23 de enero de 1958, tras días de intensas protestas y enfrentamientos, Marcos Pérez Jiménez huyó del país a bordo del avión presidencial conocido como «La Vaca Sagrada», rumbo a República Dominicana.

La caída del dictador fue celebrada por miles de venezolanos que salieron a las calles para festejar el retorno de la democracia.

Ese mismo día, se formó una Junta de Gobierno Provisional liderada por los militares que participaron en el alzamiento, quienes se comprometieron a organizar elecciones libres y transparentes.

Un nuevo comienzo

La caída de Pérez Jiménez significó el fin de una dictadura y el inicio de importantes cambios sociales y económicos para el país.

Se liberaron a los presos políticos y se permitió el regreso de los exiliados. La libertad de prensa fue restaurada, permitiendo que los medios de comunicación jugaran un papel crucial en la reconstrucción del tejido social y político del país. Además, se convocaron elecciones para diciembre de 1958, en las que resultó electo Rómulo Betancourt, quien se convirtió en el primer presidente de la nueva era democrática de Venezuela.

Pacto de Punto Fijo

Tras la caída de la dictadura, en octubre de 1958, se firma del Pacto de Punto Fijo, acuerdo, firmado por los principales partidos políticos de la época (Acción Democrática, COPEI y Unión Republicana Democrática).

Esta alianza buscaba garantizar la estabilidad política y la gobernabilidad del país mediante la cooperación y el respeto mutuo. Aunque el pacto fue criticado por algunos sectores, jugó un papel crucial en la consolidación de la democracia venezolana al asegurar que las transiciones de poder fueran pacíficas y ordenadas.

El inicio de la Democracia representativa

El 23 de enero de 1958 dejó una huella imborrable en la historia de Venezuela. La lucha por la democracia y la libertad inspiró a futuras generaciones y sentó las bases para un nuevo sistema político.

En los años siguientes, Venezuela experimentó un periodo de prosperidad económica y avances en derechos sociales. Sin embargo, también enfrentó desafíos significativos, incluyendo la corrupción, la polarización política y las fluctuaciones económicas, que pusieron a prueba la solidez de su democracia.

A pesar de estos desafíos, la fecha sigue siendo un símbolo de la resistencia y el compromiso del pueblo venezolano con la democracia y los Derechos Humanos.

El día que se instauró la democracia

Cada año, el 23 de enero se celebra en Venezuela con actos que rememoran la determinación de quienes lucharon por la libertad de nuestro país.

El 23 de enero de 1958 es una fecha que resuena con fuerza en la memoria colectiva de los venezolanos, porque representa el poder del pueblo para cambiar el curso de la historia y su compromiso inquebrantable con la democracia.

A pesar de las adversidades y los desafíos, el espíritu de lucha y resistencia que se manifestó hace 67 años, continúa inspirando a generaciones de venezolanos que creen fielmente en la democracia participativa y protagónica, esa donde cada mujer y hombre es protagonista de su historia, de sus luchas, del país que se construye y se fortalece desde las bases populares.

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