El presidente Donald Trump anunció una medida que podría cambiar las reglas del comercio entre EE.UU. y Canadá. A partir del 1 de agosto, EE.UU. aplicará un arancel del 35% a todas las importaciones provenientes de Canadá, en una estrategia para impulsar la relocalización de fábricas y reducir el déficit comercial.
La decisión fue comunicada a través de una carta dirigida al gobierno canadiense, en la que Trump afirma que esta medida busca promover que las empresas canadienses muevan su producción a Estados Unidos. Además, prometió exenciones a quienes realicen esas inversiones en territorio estadounidense y señaló que los aranceles pueden ajustarse según la colaboración de Canadá en temas como el tráfico de fentanilo.
La tensión creció tras meses de confrontación, en los que EE.UU. ya había impuesto aranceles del 25% a productos canadienses y Canadá respondió con gravámenes recíprocos. Trump acusó a Canadá de adoptar políticas que dificultan el comercio, incluyendo altos aranceles a productos como leche y un impuesto digital que afectaría a empresas tecnológicas estadounidenses.
En su carta, Trump reprochó a Canadá las políticas que, a su juicio, dificultan el comercio bilateral, y justificó la nueva medida como un paso para equilibrar el déficit comercial, que en 2024 alcanzó los 1.212 billones de dólares.
Por su parte, el primer ministro canadiense, Mark Carney, expresó que Canadá seguirá negociando para resolver la disputa, mientras que Trump insistió en que la medida busca reducir el déficit comercial, que alcanzó los 1.212 billones de dólares en 2024. Esta medida podría tener un impacto en los precios de gasolina, alimentos y autos en EE.UU., afectando a consumidores y cadenas de suministro. Canadá, principal proveedor de petróleo a EE.UU., también siente el peso de la decisión en su economía.
Fuente: TeleSur
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