El Gobierno de Israel ordenó a las aerolíneas nacionales, incluyendo Israel Airlines y Sundor, detener los vuelos de rescate hacia y desde el país. La medida busca evitar aglomeraciones en el Aeropuerto Internacional Ben Gurion, que se encuentra a 15 kilómetros de Tel Aviv, y afecta a entre 100.000 y 200.000 israelíes que están en el exterior y necesitan regresar.
Aún no se han autorizado vuelos de emergencia, lo que complica la situación de los miles de ciudadanos varados en el extranjero. Se estima que solo en Israel hay 35.000 turistas, y la mitad quiere abandonar el país de inmediato.
Si se aprueban vuelos de rescate, estas operaciones tendrán una frecuencia máxima de dos vuelos por hora, lo que retrasaría la salida de más de 8.000 personas y requeriría más de tres semanas para completar los procedimientos, ante la limitada capacidad.
Expertos y aerolíneas alertan que esta política no resuelve la crisis aérea, que se agudiza en medio de la escalada militar entre Israel e Irán. Tras ataques israelíes en ciudades iraníes que dejaron más de 224 muertos, Irán inició la operación militar Promesa Verdadera III, intensificando la tensión en la región.
El experto Oz Berlowitz, de Arkia, pide a las autoridades que busquen soluciones inmediatas para los ciudadanos atrapados, calificando la situación como una crisis nacional.
Fuente: Medios Internacionales
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