Una investigación realizada por científicos del Colegio Universitario de Londres ha establecido que la contaminación del aire podría ser perjudicial para el cerebro de las personas mayores, incrementando su riesgo de desarrollar demencia y sufrir deterioro cognitivo. El estudio, publicado en The Journals of Gerontology, muestra que la exposición al dióxido de nitrógeno y a las partículas finas en el aire está vinculada a un rendimiento inferior en habilidades cognitivas esenciales, especialmente en el área del lenguaje.
Giorgio Di Gessa, profesor de Ciencia de Datos y líder del proyecto, comentó que “nuestro estudio muestra que la contaminación atmosférica no solo es dañina para los pulmones y el corazón, sino también para la salud del cerebro, sobre todo cuando las personas se exponen a niveles altos durante periodos prolongados”.
El equipo de investigación encontró que los efectos más marcados se dieron en las habilidades lingüísticas, lo que sugiere que algunos contaminantes pueden afectar específicamente a ciertos procesos cognitivos. Los científicos analizaron la exposición al aire contaminado durante un periodo de entre ocho y diez años, comparando estos datos con los resultados de pruebas de memoria, habilidades de pensamiento y lenguaje de los participantes.
Según los resultados, las personas que residían en zonas con niveles elevados de óxido de nitrógeno y partículas finas mostraron un rendimiento significativamente más bajo en las evaluaciones cognitivas en comparación con aquellas que vivían en áreas con niveles más moderados de contaminación.
Los investigadores sugieren que una posible explicación de este vínculo podría ser que los contaminantes del aire afectan al lóbulo temporal del cerebro, región clave para el lenguaje y la fluidez. Sin embargo, también observaron que la contaminación del aire se asocia con puntuaciones más bajas en otras áreas cognitivas, como la planificación y la memoria.
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