Dylan, un joven de 15 años, transformó la vida de Gracie, una cachorrita con discapacidad, al crearle una silla de ruedas con ladrillos LEGO. Este emotivo acto ocurrió en el refugio Mostly Mutts en Kennesaw, Georgia, donde alguien encontró a Gracie abandonada en condiciones lamentables. La perrita llegó con evidentes signos de abandono y le faltaban dos patas delanteras, lo que hacía imposible que pudiera caminar normalmente.

A los 12 años, Dylan se convirtió en voluntario del refugio. Cuando conoció a Gracie, se dio cuenta de que necesitaba una silla de ruedas para poder moverse. El refugio no contaba con los fondos para comprar una, así que Dylan decidió actuar. Usando su creatividad y algunos ladrillos LEGO, diseñó un asiento ajustable que permitiría a Gracie ganar movilidad y libertad.

“Fue un desafío, porque cada pieza tenía que encajar perfectamente”, explicó Dylan. Con paciencia y dedicación, el joven armó una silla colorida, funcional y adaptada a las necesidades de Gracie. Su esfuerzo dio frutos, ya que cuando la cachorra probó la silla, pudo jugar, correr y redescubrir el entorno que la rodeaba. Dylan expresó que “sin la silla, vivir la vida habría sido mucho más difícil para ella”.

La historia de Gracie tuvo un final feliz. Tras recibir la silla de ruedas, ella fue adoptada por una familia amorosa que la cuida y le brinda un hogar en una granja con amplio espacio para correr y otros perros que hacen su compañía. Dylan comentó cómo unas simples piezas de LEGO lograron cambiar el destino de una vida. Este acto de bondad destaca la importancia de la creatividad y la compasión hacia los animales necesitados, inspirando a otros a actuar en situaciones similares.

Fuente: Últimas Noticias

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