El equipo de 360° se trasladó al corazón del 23 de Enero para adentrarse en una experiencia comunal que está marcando un hito en la lucha contra la especulación alimentaria. Se trata del Centro de Desposte y Empaquetado de Carne de la Comuna El Panal 2021, una iniciativa que nació en el marco del “Obratón” impulsado por el presidente Nicolás Maduro.
Una inauguración cargada de propósito
El pasado 20 de mayo, en un acto televisado, el presidente Maduro inauguró este centro de producción comunal acompañado por la vicepresidenta Delcy Rodríguez, quien detalló:
“Esta carne va a las bodegas comunales, al Plan Bodega diseñado para reducir los precios y derrotar la especulación.”
Y no era una promesa vacía.
Economía comunal: de la producción a la mesa
En pleno recorrido, Boris Castellano, periodista de 360°, fue recibido por Camilo Tamayo, vocero de la Comuna El Panal y militante de la Fuerza Patriótica Alexis Vive. Tamayo explicó que el verdadero poder popular se construye controlando toda la cadena de valor: desde la producción ganadera hasta el empaque y la distribución directa.
“Estamos saltándonos la cadena de explotación del privado y logrando reducir hasta en un 40% el costo de la carne.”
El modelo comunal evita los intermediarios y permite que los comuneros de los llanos envíen directamente la res en canal al 23 de Enero. Allí, el equipo de jóvenes despostadores se encarga de procesarla.
Juventud formada para la producción
En medio de una cava a -2°C, Jorge Quereguán, empaquetador y militante comunal, mostró cómo la carne es recibida, procesada y empacada al vacío.
Los cortes van desde bistec, carne molida, costilla, carne de guisar, hasta hueso rojo.
Todo el equipo fue capacitado en la Pluriversidad Comunal, y ya cuentan con certificación formal.
“Estamos industrializando los barrios”, dijo Tamayo. “Nuestros jóvenes y mujeres trabajan con conciencia, sabiendo que son sujetos del cambio.”
Precios solidarios y economía cruzada
El sistema se sostiene mediante una economía híbrida. Si un restaurante privado compra carne, paga el precio de mercado. Pero una familia comunera accede a precios solidarios con un subsidio que no depende del Estado, sino de los excedentes comunales.
“Ese diferencial lo usamos para reinvertir en educación, producción y nuevos empleos”, explicó Tamayo. “Todo queda dentro de la comunidad.”
Distribución directa: carne en moto y en confianza
José Mesa, motorizado de la comuna, explicó cómo cada día reparte carne a bodegas comunales en zonas como Agua Salud, Magallanes de Catia y El Junquito.
“Es un salto importante. Nosotros no solo entregamos carne, hacemos conexión con la comunidad. Estudiamos qué se vende más y cómo mejorar el abastecimiento barrio por barrio.”
Impacto directo en la comunidad
Uno de los beneficiarios del plan es Abraham Pinto, bodeguero en los Magallanes de Catia. “Aquí atiendo a unas 500 familias. La gente está contenta con la calidad de los productos. Es carne buena y a mejor precio. Eso ayuda mucho”.
Su bodega, como muchas otras, ya cuenta con productos cárnicos del Panal: víveres, limpieza y ahora proteína de calidad.
El poder comunal avanza
La experiencia del Panal 2021 es más que una carnicería comunal. Es una estructura de trabajo, educación y economía con rostro popular. Una red que está creciendo en Caracas con una meta clara: recuperar el poder adquisitivo del pueblo sin esperar favores externos.
360°/AR/OBP
