Diversos medios estadounidenses están ajustando su línea editorial por temor a represalias del gobierno de Donald Trump. Según medios locales, varias redacciones han recibido instrucciones para «suavizar» el tono de sus coberturas sobre el presidente y su equipo.

La presión desde el poder se ha intensificado. En abril, Trump pidió públicamente «multas y castigos máximos» contra CBS News tras un reportaje crítico en 60 Minutes. Poco después, la Casa Blanca cambió las reglas de acreditación para la prensa.

«Ahora tenemos que pensar tres veces antes de publicar cualquier crítica«, declaró un editor del Washington Post que solicitó anonimato. «Las amenazas legales y regulatorias son muy reales«.

Las acciones no han sido solo discursivas. Una orden ejecutiva firmada el 1º de mayo eliminó el financiamiento federal a medios públicos como NPR y PBS, lo que ya ha generado cancelaciones de contenidos y recortes de personal.

Frente a este escenario, algunos medios han hecho cambios internos, mientras que otros, como NPR, han optado por la vía legal. «Esto no es sobre dinero, es sobre silenciar voces críticas», expresó su directora ejecutiva.

Expertos advierten que esta situación podría derivar en más autocensura, menor cobertura de temas sensibles y un periodismo menos libre. Mientras tanto, periodistas buscan refugio en redes sociales para seguir informando sin restricciones.

360°/AR/OBP