La región del Catatumbo, en el noreste de Colombia, vive una de las crisis más severas de su historia, asolada por una escalada de violencia que ha desplazado a casi 60,000 personas en los últimos dos meses.

Según datos oficiales proporcionados por la Gobernación del Norte de Santander, un total de 59,511 habitantes han abandonado sus hogares, buscando refugio principalmente en Cúcuta, la capital departamental, donde más de 30,000 ya se han asentado.

Los enfrentamientos entre el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el Frente 33 han dejado un saldo trágico: al menos 94 vidas perdidas, incluyendo cuatro menores y seis excombatientes firmantes de paz. Seis más continúan desaparecidos en medio de este caos. Además, la situación de quienes permanecen en las zonas de conflicto es alarmante, con 16,700 personas actualmente confinadas y atrapadas en medio de la confrontación.

La crisis ha llegado a tal magnitud que la ONU ha declarado que el Catatumbo enfrenta el mayor desplazamiento de poblaciones desde 2016, como resultado del enfrentamiento armado que inició el 16 de enero. Mireia Villar, coordinadora residente de la ONU en Colombia, subrayó la creciente necesidad de atención humanitaria en la región.

¿Qué acciones tomará el gobierno en el Catatumbo ahora?

Como respuesta a esta crisis, el Gobierno colombiano ha declarado estado de Conmoción Interior en el Catatumbo. Esta medida otorga al Ejecutivo la capacidad de emitir decretos excepcionales para abordar la crisis y garantizar más protección a la población civil.

Adicionalmente, el Ejército Nacional ha desplegado a más de 10,000 efectivos y artillería pesada en una operación denominada «Operación Catatumbo», con el fin de restablecer el orden y combatir las estructuras insurgentes activas en la zona.

Fuente: Prensa Latina

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