Un apagón general se registró hoy dejando a cientos de miles de personas sin suministro eléctrico en España, Portugal, Andorra y en zonas específicas del sur de Francia. Las ciudades más afectadas incluyen Madrid, Sevilla y Barcelona, donde el caos se ha apoderado de las calles debido a la falta de semáforos y el mal funcionamiento de los servicios públicos, incluyendo el metro.

La Agencia de Seguridad y Emergencias Madrid 112 (ASEM112) ha activado el nivel 2 del Plan Territorial de Emergencias de la Comunidad de Madrid, señalando que la magnitud del apagón requiere la intervención de medios estatales y otras administraciones. Además, se ha solicitado la declaración de Emergencia de Interés Nacional para gestionar los extensos daños.

Madrid activa nivel 2 de emergencia

La interrupción del suministro eléctrico ha impactado severamente a diversas infraestructuras, desde vías de comunicación, como trenes y metro, hasta telecomunicaciones. El Ayuntamiento de Madrid también ha activado su plan de emergencias municipal, con la Policía municipal organizando el tráfico en las principales glorietas ante la inoperancia de los semáforos. Los bomberos han priorizado los rescates de personas atrapadas en ascensores debido a los cortes de luz.

Red Eléctrica Española (REE), responsable de la red eléctrica en el país, ha declarado que se están analizando las causas del apagón, el cual ha sido descrito como un «cero en el sistema peninsular». Desde el momento de la interrupción, se ha estado trabajando intensamente para restablecer el servicio eléctrico.

¿Qué dicen los países sobre este apagón masivo?

Los gobiernos de los países afectados han formado un comité de emergencia para gestionar la problemática de manera conjunta, consciente de que millones de usuarios dependen de una pronta solución. Aunque se desconoce con precisión cuántas personas están afectadas, el impacto es indudablemente masivo.

Este apagón pone de manifiesto los problemas de infraestructura energética que han estado afectando a naciones en desarrollo y también a países del primer mundo. A pesar de la modernidad de estas naciones, las crisis de energía continúan sin soluciones efectivas a la vista.

Fuente: Medios Internacionales

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