En el municipio de Obispos, estado Barinas, un equipo técnico visitó diversas unidades de producción de cacao para evaluar sus prácticas y fomentar la protección de la identidad cacaotera a través de las Indicaciones Geográficas Protegidas (IGP).
El Servicio Autónomo de la Propiedad Intelectual (SAPI) anunció esta actividad a través de su red oficial Instagram y destacó el compromiso ejemplar de los productores y productoras locales. “Celebramos la dedicación de nuestros cacaoteros en la preservación de nuestra tradición”, afirmaron desde el SAPI.
Además, los participantes reconocieron el esfuerzo por rescatar técnicas ancestrales que garantizan que el cacao venezolano continúe destacándose por su calidad excepcional y su invaluable herencia cultural.
Las Indicaciones Geográficas Protegidas (IGP) actúan como un sello distintivo que certifica que un producto proviene de un lugar específico, asegurando su calidad y reputación vinculadas a su origen geográfico.
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Fuente: SAPI
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