El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ha generado controversia al burlarse de la orden de un juez estadounidense relacionada con la expulsión de migrantes venezolanos. A través de sus redes sociales, Bukele escribió:

“Uy… demasiado tarde”, en respuesta a la decisión del juez James Boasberg, quien bloqueó las deportaciones basadas en la controvertida ley de “Enemigo Extranjero”, implementada por la administración de Donald Trump.

Cabe destacar que la reacción de Bukele resalta la creciente tensión entre su gobierno y el sistema judicial estadounidense. En este sentido, la orden del juez Boasberg no solo desestimó la autoridad del gobierno de Trump, sino que también recordó que la controversial Ley de Enemigos Extranjeros, promulgada en 1798, nunca se ha utilizado con frecuencia; de hecho, solo se ha aplicado en ocasiones puntuales, como durante la Guerra de 1812 y la Primera Guerra Mundial. Sin embargo, su uso más infame ocurrió durante la Segunda Guerra Mundial, cuando se encarceló a miles de personas de ascendencia japonesa, alemana e italiana.

Impedimento de la ley establecida

La decisión de Boasberg, que fue adoptada antes de la deportación de los migrantes, tiene una restricción de 14 días. Durante este período, se evaluará la legalidad y vigencia de esta antigua ley. El juez del distrito de Columbia indicó: “Cualquier avión que contenga a estas personas en el aire debe regresar a Estados Unidos”, subrayando así la urgencia de implementar su decisión.

No obstante, pese a este requerimiento judicial, la administración de Trump decidió proceder con el traslado de 238 ciudadanos, a quienes se les calificó de presuntos miembros de la organización criminal Tren de Aragua, así como 23 supuestos miembros de la MS-13. Estos individuos fueron enviados a cárceles de máxima seguridad en El Salvador, en un acuerdo previamente establecido con Washington.

En este contexto, las palabras de Bukele revelan su postura desafiante ante la justicia estadounidense. Además, despiertan interrogantes sobre la situación de los migrantes y el futuro de las políticas de deportación en la región. Por lo tanto, la tensión entre ambos gobiernos continúa y plantea un escenario complejo en la actual crisis migratoria.

Fuente: Venezuela News

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