Brasil ha activado oficialmente la Ley de Reciprocidad Comercial, que permite al gobierno imponer medidas comerciales en respuesta a barreras unilaterales de otros países. El presidente Luiz Inácio Lula da Silva sancionó esta ley, que el Congreso Nacional aprobó con el apoyo de ambos bandos políticos, reflejando un consenso sobre la necesidad de proteger los intereses económicos de la nación. Como no hubo vetos presidenciales, la ley entró en vigor de inmediato.

La nueva normativa brinda al gobierno brasileño la facultad de aplicar tarifas adicionales, suspender concesiones comerciales y desatender obligaciones en derechos de propiedad intelectual ante acciones consideradas hostiles por parte de otras naciones.

Este movimiento surge en el contexto de la creciente guerra comercial impulsada por el expresidente de EE. UU., Donald Trump, quien recientemente impuso un arancel del 10% sobre todos los productos brasileños exportados a su mercado. Especialmente, el acero y el aluminio enfrentan un recargo del 25%, lo que afecta a las empresas brasileñas, que son las terceras mayores exportadoras de estos metales a Estados Unidos.

Con esta iniciativa, Brasil busca minimizar el impacto negativo en su economía y equilibrar la protección de sus intereses nacionales con la necesidad de mantener la estabilidad económica. La ley también demuestra la firme intención de Brasil de salvaguardar su mercado interno y sostener relaciones comerciales justas en un mundo cada vez más competitivo y conflictivo.

Fuente: Medios Nacionales

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