El próximo 9 de junio, Jair Bolsonaro deberá declarar ante la justicia por su presunta participación en un intento de golpe de Estado contra el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien asumió el cargo en enero de 2023.

El magistrado del Supremo Tribunal Federal, Alexandre de Moraes, fijó la fecha tras concluir dos semanas de audiencias con testigos clave. “Fijo el interrogatorio de los acusados en una sesión presencial”, señaló Moraes, una figura frecuentemente atacada por los seguidores del exmandatario.

La Fiscalía acusa a Bolsonaro, de 70 años, de liderar una conspiración para anular los resultados de las elecciones de 2022. Aunque la justicia lo inhabilitó políticamente por difundir noticias falsas sobre el sistema electoral, aún mantiene un rol influyente dentro de la derecha radical brasileña.

En esta nueva fase del juicio, Bolsonaro coincidirá en sala con Mauro Cid, su antiguo asistente de confianza, quien ahora colabora con la Fiscalía como parte del caso. Ambos, junto a otros seis implicados, deberán responder por su presunta participación en el intento de impedir la victoria de Lula.

Durante las audiencias previas, dos excomandantes de las Fuerzas Armadas confirmaron que Bolsonaro les presentó un plan para frenar la transición presidencial. Según sus declaraciones, el complot no avanzó porque los militares se negaron a apoyar una ruptura institucional.

El juicio ha provocado un fuerte impacto político en Brasil. Mientras sectores democráticos exigen justicia, los seguidores más radicales del expresidente insisten en que Bolsonaro es víctima de una persecución. Él, por su parte, mantiene su postura: asegura su “inocencia” y dice ser “perseguido” por Moraes.

360°/AR/OBP