Bolivia se enfrenta a un período crítico tras la declaración de alerta roja por el riesgo de inundaciones ocasionadas por intensas lluvias que han azotado la nación desde noviembre del año pasado. Las proyecciones del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología advierten que esta peligrosa inestabilidad climática continuará, al menos, hasta el 25 de marzo.

Un total de 98 municipios bolivianos se encuentran en peligro debido al desbordamiento de ríos, una situación que hasta ahora ha dejado un saldo trágico de 42 personas fallecidas y cerca de 500,000 damnificados. La situación se agrava en regiones como La Paz, Santa Cruz y Cochabamba, donde las autoridades han desplegado efectivos para atender las emergencias. El viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes, ha hecho un llamado a la población para que mantenga la calma y siga las instrucciones de seguridad.

Además de la alerta roja, se han emitido dos alertas naranjas que prevén más lluvias en por lo menos 116 municipios, donde se espera un aumento en los niveles de los ríos en 231 localidades. Las autoridades están trabajando para garantizar la seguridad de los ciudadanos y ofrecer asistencia a las comunidades más afectadas, pero el panorama sigue siendo incierto.

Las lluvias torrenciales han causado estragos en infraestructura, inundaciones en viviendas y han dificultado la movilidad en diversas regiones. Este es un momento crítico para Bolivia, donde la preparación y la solidaridad son esenciales para afrontar esta adversidad. Se insta a la población a permanecer informada y proactiva mientras el país navega por este difícil periodo. La fuerza de la comunidad y su capacidad de recuperación serán fundamentales en la superación de esta crisis natural que amenaza con dejar huellas profundas en el corazón del país. Las próximas semanas son vitales para la recuperación de la población.

Fuente: Extra News Mundo

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