En las últimas horas, la tensión entre Irán e Israel ha escalado notablemente, con ataques militares en ambos lados que amenazan la estabilidad de la región.
Irán lanzó una serie de misiles balísticos, incluyendo los modelos Kheibar Shekan, Qadr y Emad, contra la ciudad de Haifa. Estos misiles, con alcance entre 1.450 y 1.950 kilómetros, impactaron en instalaciones energéticas y otras infraestructuras clave en Israel.
Se reportan daños materiales, incendios en el puerto de Haifa, una víctima mortal y al menos 14 heridos en el norte del país. Irán también utilizó misiles hipersónicos en estos ataques, mejorando así su tecnología de armamento.
Respuesta de Israel y ataques en Irán
En respuesta, Israel atacó la sede del Ministerio de Defensa en Teherán, dañando uno de sus edificios y alcanzando otras instalaciones militares estratégicas, como un centro de almacenamiento y lanzamiento de misiles. Además, bombardeó objetivos en varias regiones del país, incluyendo instalaciones nucleares y estratégicas.
Durante estos ataques, Irán lanzó una contrarepuesta masiva con drones y misiles balísticos, alcanzando áreas en Tel Aviv y Jerusalén. Varias zonas en el sur de Israel, como Dimona, están en alerta máxima ante posibles nuevos ataques.
Las defensas antiaéreas en Irán han estado activas, interceptando misiles y repeliendo ataques en Teherán. En Israel, las sirenas de alarma sonoras en varias regiones, y los enfrentamientos continúan en un ambiente de alta tensión en toda la zona.
Reacciones internacionales
El conflicto ha provocado condenas de Rusia, China y otros países, que llaman a la moderación, mientras que Alemania, países latinoamericanos y del mundo islámico expresaron su rechazo a las acciones militares. La situación sigue en alerta máxima, con riesgo de una escalada mayor.
Este conflicto, que aún no ha terminado, representa una grave crisis humanitaria y política en una de las regiones más volátiles del mundo. La comunidad internacional permanece atenta a los próximos desarrollos.
Fuente: RT
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