Gran variedad de estudios alertan sobre los peligros del consumo excesivo de los refrescos. Los expertos indican que estas bebidas ricas en azúcares y aditivos variados, desencadenan una serie de problemas de salud a mediano y largo plazo.
El consumo cotidiano de estas bebidas, especialmente de cola negra, se asocia a extensas condiciones médicas, entre ellas la obesidad, diabetes tipo II, enfermedades cardiacas, renales y dentales. Todo esto debido a los altos niveles de azúcar, ácido fosfórico y otros componentes que en el transcurso de tiempo pueden debilitar los huesos, el esmalte dental y el metabolismo.
«Un vaso de refresco puede contener hasta 10 cucharadas de azúcar, muy por encima de lo recomendado por la OMS», advierte un estudio de la Universidad de Harvard, contribuyendo así a el aumento de peso y resistencia a la insulina lo que incrementa el riesgo de diabetes.
Los especialistas recomiendan reducir en gran medida el consumo de refrescos, optando por bebidas más saludables como agua, infusiones o jugos naturales, equilibrando una dieta saludable y ejercicios regularmente para evitar obesidad y sedentarismo.
Fuentes: Diversos Medios.